Ponte en contacto conmigo. Poesías y poemas cortos by Visionary

Soy Manuel, y esta web es mi rincón de poesía,
donde expongo mis ideas,
mis idas y venidas, mi forma de ver la vida
y mi mejor forma de expresarme: la rima.

Si te gustan mis poemas, quieres decirme algo o cualquier otra cosa,
puedes escribirme por correo a
hola@poesiascortas.org

O puedes rellenar el siguiente formulario (:

Me gustaría aprovechar esta oportunidad para generar contexto
sobre lo que significa Visionary y lo que es para mí. ¿Por qué aquí?

Porque puedo hacerlo y porque podrás preguntarte por qué hay una página
de contacto en una web que habla de poemas, pequeñas poesías y vivencias
y otras experiencias que ni son mías ni son tan vivencias en forma de verso.

Visionary: poesía y escritura online

Como persona física, como Manuel, siempre me ha gustado escribir y transmitir
todo lo que puedo las ideas que fluyen en mi mente. Busco la mejor forma
de generar emociones a través de las palabras. Soy un emocionado de las palabras.

Más o menos. Así podría definirme: como un emocionado de las palabras.

Desde que tenía 16 años ya sabía que me encantaba escribir en verso,
rimar palabras y sacar lo mejor de mí en ellas. Darle un millón de vueltas,
hacer metáforas como volteretas y volverme loco por encontrar el sentido
más absurdo, pero profundo, de lo que es mi mente. En verso.

Siempre, o casi siempre, en verso.

Desde cartas enamoradizas hasta relatos que me contaba a mí mismo.
Desde historias que se me ocurrían hasta experiencias que quería
utilizar para seducir mi mente con algo que tuviese siempre una vuelta de rosca.

O una rosca de vuelta. O la tuerca. O lo que sea, como se diga. Tú me entiendes.

El caso es, que desde que tengo esa memoria (aunque de niño escribía comics con un
storytelling decente) me han gustado las letras. Y me ha gustado el concepto de «Visionary».

VISIONARY. BE A VISIONARY.

Algo que aparece, por ejemplo, en la web en la que vendo ropa relacionada con mi marca.

(Sí, perdón, acabo de colar aquí un anuncio mío, propio.)

Puedes apoyar mi trabajo y recibir una prenda molona en la tienda de Visionary Culture.

El caso es que me creía un visionario desde que tenía 15 o 16. (H*stia p*ta, esta página me está
sirviendo de auto-terapia). Compartía letras de raperos y hacía mis primeros freestyles, que con los años
pasaría a hacer temas de rap. Del de verdad. Con rimas tochas.

Pasa el tiempo y me dedico a pintar paredes dedicando poemas a chicas que me gustaban,
a escribir en Twitter sobre mis letras y demás y a colocarme el pseudónimo de Visionary encima de la cabeza.
Una idea que me molaba tanto que la transmitía con pasión y, a cambio, me devolvía que personas que no conocía
pero les gustaba mis letras, graffitearan mi «Visionary» en una pared.

Una maldita locura para un chaval de 16 años.

Me vine arriba. Pero nunca lo vi como algo que me gustara lo suficiente
como para dedicarle tiempo y profesionalizarlo de alguna manera.

Vivir de aquello que te gusta hacer. Otra locura.

Y en eso estamos, de una forma u otra, con un pseudónimo que viene
de Logic (un rapero) diciendo que era un «Visionary boy» cuando empezaba con el
álbum de Young Sinatra (creo). Algo que me gustó y que me hizo pensar
que yo podría ser un visionario.

Para 2018 o así hacia rap, creé un perfil de Instagram en el que subía versos
y conseguí 50.000 seguidores. Lo perdí todo porque dejé de darle caña
y por circunstancias de la vida.

Estamos en 2025 (en el momento de escribir esto), voy a cumplir 28
y estoy preparado para ser de nuevo un Visionary boy.