Atemporal: un poema del tiempo

Pasa el tiempo. Muy rápido.
Te abraza con un gesto cálido.

Te indica todo lo que no haces.
Te enseña a hacer más las paces.
Quieres controlarlo… y se escapa.
Marca comienzos y nuevas etapas.

Huyes de él y… al final, siempre te atrapa.

El tiempo actúa de forma atemporal

Siempre. Para todos. De la misma manera.
Tiene sentido que sea el padre de la muerte.

Pero también lo es de la vida.
Nos gusta pensar en el tiempo como…
una oportunidad. Algo único. Provechoso.

No nos gusta perder el tiempo.
Pero, nos guste o no, pasa
para bien, para mal, para ti, para mi.

Y eso es lo bonito del tiempo. Es atemporal.

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