Velocistas y maratonianos: un poema de vida

Vivir es como correr.
Todos, alguna vez, vamos a perder.

También podemos ganar,
podemos acelerar, parar,
celebrar, quejarnos, sufrir,
ayudar a los demás, compartir…

Pero no es un sprint. Es una maratón.

La vida es larga y corta

Soy un velocista en una maratón. Me pasa.
Creo que puedo llegar a sprint al kilómetro 42.

Un mundo cada vez más acelerado,
todo pasa de moda y, si te vi, no me acuerdo.
Lo queremos todo ahora. Ya. ¡Ahora!

Y sí, un servidor es «víctima» de esta aceleración.
Vivo con miedo de morir mañana y no haber llegado.
Pero… sigo trabajando en disfrutar del camino.

La paciencia: la madre de la ciencia. Será por algo.

Scroll al inicio